Libros Ediciones CEDEAD
Los comentaristas realizan una advertencia liminar sobre el contenido del libro: que para muchos colombianos el retrato del conflicto pueda resultarles obvio. Con esa condición y problematizando lo que una sociedad considera evidente surge la oportunidad etnográfica, a partir de esa misma evidencia, para promover estudios con perspectivas auspiciosas. Con esa premisa que reclama para sí el extrañamiento de un sistema beligerante, que durante décadas ha mantenido enfrentado al Estado Nacional con grupos armados dentro del territorio colombiano, los compiladores han trazado una topografía del conflicto, integrando investigadores colombianos y argentinos en una excelente construcción etnográfica.
A partir de allí realizan una descripción detallada de las distintas fases del proceso de paz, señalando un inicio promisorio con el presidente Santos y explican cómo luego del rechazo del referéndum en octubre de 2016 con más del 50 % de los electores condujo a reformular las pautas y protocolos que se habían suscriptos. A pesar de ello los autores consideran al proceso como un avance, paradójicamente fallido, que se ha traducido en datos estadísticos alentadores: como la disminución de muertes, el abandono de la lucha, la reconfiguración territorial, presentado el conflicto en nuevas etapas con diferentes resultados, algunos alentadores, otros más complejos, para finalmente llegar al presente con un balance incierto que ofrece lecturas diferentes y llamativamente ricas por la densidad de las formas de violencia, de procesos colectivos conectados entre sí, aunque erizado de escaramuzas antagónicas semejantes a una guerra medieval. Hasta arribar a una actualidad resonante con la pandemia, y los efectos que está provocando en el mismo proceso, tanto en la ralentización como en el cambio de expectativas, en los avances y fracasos armados en diferentes escalas que en ningún momento se han consolidado.
Los autores señalan que la colección de ensayos está basada parcialmente en una investigación denominada “Observación y análisis crítico del proceso de Paz en la República de Colombia entre las Farc-EP y el Estado colombiano. Desarrollada por la Universidad Nacional de la Defensa (UNDEF) durante un año y financiada por el Ministerio de ciencia y tecnología argentino.
También reconocen que en el esquema de violencia política se ha puesto “especial énfasis en la conflictividad agraria y la formación de las primeras guerrillas”. Evidentemente el trabajo de investigación que delata un amplio espectro, intentando combinar históricamente fenómenos sincrónicos y diacrónicos, se trata de un gran esfuerzo y una muy valiosa propuesta para sintetizar la enorme complejidad del proceso, conectando los canales subterráneos con los visibles, porque además en el mismo se incluye toda la retórica estatal, instalando discursos y relatos en torno al éxito, estancamiento y cambios en el mismo proceso. Así como también se nota una calculada sintonía para combinar distintos métodos admitidos por la antropología, como la observación participante, las entrevistas, clasificación y análisis de documentos y particularmente destacando los hechos resonantes, que logran además de forjar un extrañamiento discreto del panorama y también -lo que es más difícil- hacer familiar un clima de guerra, para entender la conflictividad, la desesperación, la desvalidez y desintegración de un pueblo que desea lo mejor, aunque lo peor, como una pesadilla dantesca continúa circulando en sus corredores belicosos.
Los trabajos se inician con el artículo de Rocío Londoño. “Retos de la política de tierras para la Reforma rural Integral (RRI)”. Analiza la gestión estatal por reordenar la ocupación territorial, cumpliendo el primer punto del Acuerdo del gobierno el presidente Santos con las FARC-EP. Trata sobre los desplazamientos poblacionales que el conflicto armado fue provocando y la turbulenta identidad ideológica de los nuevos propietarios, como el éxodo de los opositores y la nueva ocupación territorial en el tránsito del proceso de paz. La investigación destaca la presencia de nuevos actores como las “mujeres rurales” y comunidades étnicas, incluyendo población afrodescendiente. En el trabajo de Ana Guglielmucci y Esteban Rozzo, “Memorias (des)encontradas. Tomas guerrilleras, militarización pos-acuerdo en Mitú (Vaupés)”, se construye una representación épica de la guerrilla, invadiendo en su propio país localidades y espacios territoriales. Allí, a partir de 1998 es cuando la guerrilla se vuelve guerra y reproducen mediante el relato de los “ocupados” la resistencia por la “desocupación” que el título del trabajo describe como memorias (des)encontradas. En él se da cuenta de muchos fenómenos reprimidos en el colectivo y puestos en escena como un laboratorio experimental que en el proceso anuncia a vencedores y vencidos dentro de un proceso pendular que conmemoran ambas partes, y que aún -según los autores permanece en estado eruptivo, sin clausurar la conflictividad. A continuación, se ubica en la colección el artículo de Santiago Álvarez y Pedro Pablo Torres Palacio, “El limbo, el terror y la victoria: los efectos del proceso de paz colombiano en los territorios de Urabá y Bajo Atrato”. Se trata de un esbozo etnográfico de un periodo extenso de esta guerra entre facciones insurgentes y el Estado. Los autores han realizado trabajo de campo y entrevistas lo cual enriqueció la narrativa y las reflexiones sobre los cambios detectados, a partir de los hechos bélicos, acuerdos transitorios, y luchas territoriales, advirtiendo además la zona estratégica donde se siguen librando estos conflictos. En resumen, con el pesimismo que aportan sus abundantes datos de campo anuncian que el proceso ha sido decepcionante. Le sigue Myriam Jimeno Santoyo, con su excelente crónica: “Iván Mordisco el asesinato de indígenas en el Cauca”. En ella relata las correrías de Iván Mordisco, al que describe como ex-guerrillero y luego líder local de Cauca, encargado del negocio ilegal de marihuana y coca. También como contraparte reproduce las fuerzas antagónicas que se le oponen y resultan rápidamente eliminadas. Una de las líderes indígenas últimas hizo declaraciones que reproduce una macabra fórmula d Mordisco aplicada a sus opositores: “nos matan si callamos, y si hablamos nos matan. No callaremos”. Resalta la tenacidad indígena por resistir y sobrevivir. Clausura esta colección el artículo de Pablo Felipe Gómez Montañés y Fredy Leonardo Reyes Albarracín y clara Victoria Meza Maya Liminalidad, ambigüedad e ilusión: narrativas de los miembros de las FARC (Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común) como sujetos de tránsito. Los autores intentan describir el imaginario que surge de los acuerdos de paz, como un “evangelio de la reconciliación y el perdón”. Desde ese aspecto liminal ese marco estructural en el caso colombiano muestra continuidades y rupturas. Presentan la transición de una sociedad industrial a otra “del riesgo”, conectando toda la conflictividad del proceso colombiano dentro de todos los cambios globales. Al conectar el riesgo a la incertidumbre y colocarlo operativamente dentro del propio conflicto logran divisar espacios de ambigüedad e ilusión, mutaciones y cambios del guerrillero en un combatiente por la democracia y la interacción social que se promueve mediante los acuerdos y las perspectivas de unidad nacional. Allí destacan muchas facetas en la personalidad y construcción del guerrillero que no alcanzarán a desarticularse fácilmente y que flotan en el escenario como ciudadanos que buscan una identidad que se nutre de factores ambivalentes.
El último capítulo del libro presenta una entrevista al titular de la consejería Presidencial para la Estabilización la consolidación, Dr. Emilio Archilla.
Todos ellos comparten una esforzada táctica etnográfica para ilustrar el proceso de paz desde su punto de observación, con las implicancias prácticas y políticas. Definiendo claramente lo que consideran exitoso en algunos tramos, para finalmente sucumbir en un fracaso demorado. Lo hacen describiendo el enmascaramiento de circuitos internos, el desciframiento de voluntades colectivas, la opacidad entre las categorías insurgente, mujeres rurales, campesino o sobreviviente. Los breves éxitos que componente toda una estrategia bélica, enmascarada por tantas variables que se torna un esfuerzo épico parar lograr canales que visibilicen los dilemas y encrucijadas observadas. Resulta significativo que los compiladores para aclarar los propósitos acudan a una metáfora de Borges sobre el mapa imposible, es decir como la historia se desarrolla de una manera que supera la perspectiva del observador y lo engulle en una topografía infinita.
La compilación resulta un proyecto audaz y supera la “comprensión básica” que prefiguran los autores, porque al mismo tiempo que lo es, adelanta en una serie de predicciones y comparaciones un conflicto expandido, de difícil acceso, lo cual presagia trabajos futuros y accesos nuevos sobre el mismo fenómeno. M.M. (Cedead)
Actividad Académica
Produccion científica miembros del CEDEAD.
Libros editados en el exterior
El comentarista del libro propone una reflexión básica aludiendo al título de la obra: “La respuesta ciertamente no está en indicada en uno o el otro, más si en el análisis de las condiciones sociales, jurídicas y culturales de producción del reconocimiento de los sistemas jurídicos indígenas, cuando los haya y de las formas de coordinación de estos con el sistema jurídico estatal.
Así al presentar análisis, experiencias normativas y fundamentos teóricos relacionados con el reconocimiento, a la actuación en los conflictos de jurisdicciones indígenas y/con jurisdicción estatales, es importante para avanzar en el debate y en el refuerzo de la lucha de los pueblos indígenas por la planea efectivización del derecho de autodeterminación y a la construcción de Estados menos nacionales y más plurales”.
En el prólogo Carlos Marés propone una síntesis hacia donde apunta la compilación. Que en realidad es “como los pueblos indígenas, o mejor, cada pueblo indígena tiene derecho, jurisdicción, autonomía, sistema jurídico, sentido de justicia y de como eso se relaciona con la invención de la ley moderna de los estados que abarcan sus territorios y a veces extienden la mano protectora mal lavadas de atrocidades recientes, remotas y amenazas futuras”.
En el libro se presenta un trabajo de Manuel Moreira, miembro del CEDEAD, titulado La pericia antropológica: una axiología jurídica postcolonial. Su texto, pronto estará disponible en la página Web.
En la presentación del libro se señala que “La presente colección, resultado de diversas investigaciones, materializa textualmente la trayectoria de 10 años de existencia del Núcleo de cultura Jurídica (NCJ). Ese núcleo, creado a mediados de 2008, tiene su vínculo institucional con la Facultad Nacional de Derecho de la Universidad Federal de rio de Janeiro (UFRJ). El NCJ agrega estudiantes de grado, de posgraduación en derecho, ex alumnos ye investigadores asociados con el propósito de comprender el mundo del Derecho por medio de la etnografía. Cada integrante, movilizado por cuestiones específicas, encuentra en este espacio una unidad marcada por el desafío de construir etnográficamente sus objetos de investigación”.
Luis Eduardo Figueira, es un importante investigador del Brasil y además asesor externo del CEDEAD. En el libro se incluye un artículo de Manuel Moreira, Derecho punitivo y cultura. Explorando un nuevo circuito epistemológico. También próximamente disponible su texto en la página.
“La Labor académica aquí reunida, en sus varios capítulos desafía el asimilacionismo afectivista, estimula el dialogo intercultural, dignifica los proyectos de vida y las existencias plurales en las dinámicas familiares, se pregunta sobre los vínculos contemporáneos, da virtualidad y se abre más allá de las convenciones conservadoras y limitantes del ejercicio de los derechos. Al proponer tal empresa y llevarla a cabo de un modo amplio, crítico y sin pretensiones, la publicación que aquí se ofrece es merecedora de reconocimiento e importancia” del prefacio de Roger Raupp Rios, Juez Federal del Tribunal Federal de la 4ta Región, Maestro y Doctor en derecho ( UFRGS), Profesor de PPGD Unisinos.
Santiago Álvarez en Leviatán y sus lobos investiga las relaciones entre la violencia interna y externa en una comunidad campesina de los andes colombianos. Nos demuestra que, tanto si la fuente de la violencia se encontrare en la cultura o en las culturas de la Colombia rural, como si ésta se encontrase, en cambio, en las ruedas del sistema mundo, no vale la pena interrogarse por su procedencia. Elegir entre estas dos alternativas es probablemente imposible, e intentarlo sería de todas maneras tomar un camino que no nos llevaría a ninguna parte. El interés de Santiago Álvarez no es tanto rastrear la génesis de la violencia que azota a esta comunidad como su intento de entender de qué manera y bajo que parámetros, en la vida real de todos los días, las manifestaciones violentas de lo externo y lo interno se retroalimentan mutuamente y son, en última instancia, inseparables.
El lector podrá compartir el dolor de los que guardan luto o la excitación de los músicos que deambulan por funerales y ferias comunales, pero, al mismo tiempo, verá a todos ellos atrapados en la historia del mundo y en el sistema económico global.
Es este emplazamiento de lo político junto con lo doméstico y lo personal, la búsqueda del significado de esta interacción en la generación de violencias de diferente tipo, lo que hace a este estudio tan originalmente interesante.